1.- Plan Camino
Este plan, aprobado por el gobierno el mes pasado, pretende proteger y garantizar los derechos de las mujeres y niñas víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en contextos de prostitución, a través de alternativas económicas, laborales y sociales.
Un conjunto de medidas para garantizar vivienda, educación, sanidad, formación y empleo, que abarca desde 2022 hasta 2026, con una inversión de 204 millones de euros.
Son 28 medidas centradas en 5 líneas de actuación:
- Mejorar la investigación sobre la magnitud de este problema, se llevará a cabo un macroestudio en 2023 para conocer el número estimado de víctimas
- Desincentivar la demanda con campañas de sensibilización, dirigidas a chicos jóvenes y hombres adultos y, fundamentalmente, desde las escuelas y espacios de socialización.
- Avanzar en la detección de las víctimas sin exigir que éstas denuncien
- Ofrecer atención sanitaria, social, laboral y habitacional a estas mujeres
- Abordar su normalización administrativa
2.- Análisis del Plan Camino
ROLES: ¿Impacta esta política pública en los roles de género?
No se me ocurre peor situación de desigualdad, abuso, violencia, explotación, de las mujeres y niñas, que las sufridas por estas víctimas. Cualquier medida que intente luchar por sus derechos, también se enfrenta y combate el machismo en el que se asienta esta “actividad”. El consumidor de sexo está en una situación de privilegio, por lo que puede imponer prácticas sin protección contra las enfermedades, o violentas. Por no hablar de las condiciones inhumanas a las que, en muchos casos, las someten sus explotadores.
RECURSOS: ¿Tiene efecto en el acceso igualitario a recursos económicos, materiales o de otro tipo para las mujeres?
Si, puesto que este plan pretende dotar a estas mujeres y niñas de una atención integral, con programas de acceso a derechos sociales y económicos como son vivienda, salud y empleo.
Aunque si pensamos que, según indicó la fiscalía en 2018, la explotación sexual y la trata mueven más de 5 millones de euros al día; o el INE, que estima que la prostitución representa un 0,35% del PIB, es decir, 3.700 millones de euros; y lo comparamos con las cantidades que puedan emplearse para tratar de rescatar y reparar la vida de estas mujeres, resulta una cantidad ínfima.
REPRESENTACIÓN: ¿Qué papel juegan las mujeres en las decisiones y las relaciones de poder en este proyecto?
Las mujeres a las que va dirigido este plan son víctimas de violencia y explotación, por lo que sus decisiones tendrán que ver, primero con vencer el miedo a salir de esas organizaciones (cuando son forzadas), o a intentar buscar otra alternativa de empleo (cuando recurren a esto por necesidad). Después, supongo que someterse a tratamiento psicológico puesto que, según Médicos del Mundo, las consecuencias del ejercicio de la prostitución para la salud mental son similares a las que sufren las personas sometidas a torturas. Y, por último, la reinserción socio-laboral.
El poder en sus vidas lo ejercen otros. Necesitan ayuda para escapar de esa explotación.
3.- Impacto y resultados que consideras que podría tener esta política pública.
Este plan, junto con otra normativa que ya existe, podría ser el inicio para intentar abolir la prostitución, perseguir a explotadores y clientes, y dar derechos y recursos a las víctimas.
Aunque creo que aún está lejos de conformar un modelo consistente para abordar toda esta problemática, es un punto de partida.
4.- ¿Qué puntos fuertes y qué debilidades consideras que tiene esta política pública?
Teniendo en cuenta que, como afirma la directora de la ONG contra la trata, APRAMP, según datos de la ONU, España cuenta desde hace varios años con el deshonroso primer puesto en el ranking europeo de consumo de prostitución, y es el tercer país que más demanda a nivel internacional; creo que su punto fuerte es la oportunidad, este tema no puede seguir sin abordar, sin debatir, sin tratar de buscar soluciones. Y aunque solo sea un arranque, un granito de arena, lo importante es que empiece a regularse.
Su debilidad considero que es, por el mismo motivo, su falta de ambición. España no es solo líder en consumo de prostitución, también es uno de los principales destinos de tráfico de mujeres del mundo. Ante un problema tan grave, donde se vulneran derechos humanos, no se contempla ya la regulación de la situación administrativa de estas mujeres, no se habla abiertamente de abolición, de lucha contra organizaciones delictivas, de sancionar a clientes…
Queda muchísimo por hacer.
